SU BARRICA
Vida útil y renovación
Diseñadas como herramientas de gama alta de ayuda a la crianza, nuestras barricas desarrollan todo su potencial durante sus dos primeros años de utilización. Sus cualidades aromáticas y sus capacidades de oxigenación disminuyen poco a poco los años siguientes.
Nuestras barricas tienen una vida útil de cinco años. Durante dos años, su aportación de compuestos aromáticos es innegable. Se percibe en los matices de especias y de vainilla resultantes de la vainillina, del eugenol y de las metil-octalactonas que desarrollan. Sus compuestos aromáticos se difuminan durante los siguientes tres años, lo que no les impide seguir presentando una buena capacidad de oxigenación. A partir de los cinco años, el vino sigue beneficiándose de la crianza en contenedores pequeños, pero el proceso de oxigenación de las barricas disminuye en gran medida por una importante obstrucción.
Ninguno de los estudios ni ninguna de las pruebas realizados sobre el tema de la regeneración por nuestro Centro de Investigación ha podido poner de manifiesto o alcanzar resultados significativos. Así pues, no existe ninguna técnica para regenerar una barrica.
Sin embargo, existen métodos de lavado, como el raspado o el enarenado de las barricas, que permiten eliminar la capa de madera manchada por el vino. Se asemejan más a un lavado en profundidad que a una regeneración propiamente dicha. Estas operaciones siempre van seguidas de un “retostado” que confiere al tonel renovado impregnaciones de betún y caucho, notas aromáticas agrupadas bajo el término genérico de “chamuscado”. Por último, es posible recurrir a un reacondicionamiento químico para limpiar las barricas en profundidad.